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¿Cuál es la voluntad de Dios? (con video) Explicación bíblica, ejemplos y cómo conocer la voluntad de Dios

Dios tiene un plan y un propósito específicos para nosotros; entender su voluntad puede darnos el poder de vivir una vida plena y significativa. ¡Así que profundicemos en este concepto que nos cambia la vida y descubramos cómo podemos superar nuestro destino tal como lo concibió nuestro Creador!

Last Updated:
January 17, 2024
April 11, 2023
  •  
9 minutos

Table of Contents

¿Alguna vez te has preguntado cuál es la voluntad de Dios? ¿Alguna vez has querido saber cómo identificar y seguir la voluntad de Dios? A menudo escuchamos a la gente hablar de estar «en la voluntad de Dios» o «fuera de la voluntad de Dios», pero ¿alguna vez has dejado de considerar lo que significan estos términos?

Dios tiene un plan y un propósito específicos para nosotros; entender su voluntad puede darnos el poder de vivir una vida plena y significativa. ¡Así que profundicemos en este concepto que nos cambia la vida y descubramos cómo podemos superar nuestro destino tal como lo concibió nuestro Creador!

1. Definición

La voluntad de Dios puede describirse como su propósito y plan divinos para nuestras vidas. Él coloca una guía sobrenatural en nuestros corazones y mentes para que podamos servirle mejor a Él y a Su Reino. No es algo que se pueda ver u oír fácilmente; más bien, es un sentimiento interior que nos guía a tomar decisiones y actuar de acuerdo con Su propósito y plan para nuestra vida cristiana.

Le pedimos que revele su plan divino cuando buscamos la voluntad de Dios. Buscamos sabiduría y dirección para alinear nuestras acciones con el diseño perfecto que Él tiene para nosotros. Buscamos señales, mensajes y revelaciones que nos ayuden a entender cómo quiere Él que vivamos nuestras vidas según Sus deseos y planes.

En última instancia, conocer la voluntad de Dios requiere fe y confianza en Su soberanía. A medida que lo busquemos a través de una sólida vida de oración y escuchemos Su voz, Él nos dará las respuestas que necesitamos para discernir lo que Él desea para nosotros en esta vida.

2. La perspectiva de la Biblia sobre la voluntad de Dios

En primer lugar, debemos aceptar Su soberanía sobre nuestras vidas para descubrir Su voluntad. Jeremías 29:11 dice: «Porque sé los planes que tengo para ti», declara el Señor, «planes para tu prosperidad y no para hacerte daño, planes para darte esperanza y un futuro». Al entender que Dios tiene un plan para nosotros, podemos discernir lo que Él desea que hagamos en cualquier situación.

La Biblia también proporciona muchos ejemplos de cómo los creyentes respondieron cuando sentían que estaban siendo guiados por la mano de Dios. Abraham confió en las promesas de Dios y salió de su tierra natal sin saber a dónde iba (Hebreos 11:8). José siguió sus sueños y terminó en Egipto (Génesis 41:14-45). Los israelitas obedecieron las órdenes de Moisés a pesar del miedo que sentían (Éxodo 14:15-18). Todas estas personas confiaron en la dirección de Dios en sus vidas.

También podemos ver a lo largo de las Escrituras que la obediencia es vital para discernir la voluntad de Dios. Por ejemplo, en 1 Tesalonicenses 5:18, Pablo alienta a los creyentes a «dar gracias en toda circunstancia, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús». Solo mediante la obediencia podemos estar seguros de que estamos cumpliendo Su voluntad para nuestras vidas.

Al estudiar las enseñanzas de las Escrituras y observar los ejemplos bíblicos de quienes siguieron el corazón de Dios, podemos empezar a entender cómo saber en nuestro corazón cuál podría ser Su voluntad para nosotros individualmente. Pero, en última instancia, ¡se necesita fe y obediencia si queremos caminar de acuerdo con Su plan!

3. Ejemplos de la voluntad de Dios en las Escrituras

La voluntad de Dios se refleja en las Escrituras una y otra vez. Por ejemplo, la oración de Daniel muestra un ejemplo de la voluntad de Dios de revelarse a su pueblo. Después de orar, el Señor respondió a su oración, le dio el conocimiento y la comprensión de las visiones y los sueños, y dio a conocer lo que estaba escrito en el libro. Este es un ejemplo claro de cómo Dios revela Su voluntad a quienes lo buscan.

En la misión de Jonás, vemos otro ejemplo de la voluntad de Dios en acción. A pesar de que Jonás intentó huir de la misión que Dios lo había llamado a cumplir, la gracia y la misericordia de Dios lo ayudaron a hacer lo que lo había llamado a hacer. Este es otro poderoso ejemplo de cómo Dios obra a través de nosotros incluso cuando intentamos desobedecerlo.

La liberación de Moisés de Egipto también muestra un ejemplo fantástico de la voluntad de Dios en acción. Moisés sacó a los israelitas de la esclavitud a pesar de que el Faraón quería que fueran esclavizados para siempre. Este es un poderoso recordatorio de que, independientemente de las pruebas o tribulaciones que enfrentemos, si es parte del plan del Señor para nuestra vida, Él nos proporcionará una manera de superarlo.

La misión de Jesucristo en la tierra es quizás uno de los ejemplos más claros en las Escrituras sobre el cumplimiento de la voluntad de Dios. El propósito de Jesús al venir era salvarnos de nuestros pecados, algo que solo Él podía hacer, y llevó a cabo esta tarea con una fuerza y una gracia incomparables. Del mismo modo, la experiencia de conversión de Pablo es un excelente recordatorio de que, sin importar en qué punto de nuestro viaje con Jesucristo nos encontremos, Él aún puede utilizarnos si es parte de su plan divino para nuestras vidas.

Estos son algunos pasajes específicos de las Escrituras sobre la voluntad de Dios:

Absténgase de la inmoralidad sexual.

«Porque esta es la voluntad de Dios, vuestra santificación: que os abstengáis de la inmoralidad sexual»; 1 Tesalonicenses 4:3

Arrepiéntete.

«El Señor no tarda en cumplir su promesa, como algunos consideran lenta, sino que es paciente con vosotros, y no desea que ninguno perezca, sino que todos se arrepientan». 2 Pedro 3:9

Hazlo bien.

«Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo el bien, hagáis callar la ignorancia de los necios» (1 Pedro 2:15).

Da las gracias.

«Dad gracias en toda circunstancia, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús» (1 Tesalonicenses 5:18).

Busca el Reino de Dios.

«Pero busquen primero el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas se les añadirán». Mateo 6:33

Vida eterna:

«Y el mundo pasa con sus deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre» (1 Juan 2:17).

Sufrimiento:

«Es mejor sufrir por hacer el bien, si esa es la voluntad de Dios, que por hacer el mal». Es mejor que sufras por hacer el bien. - 1 Pedro 3:17

«Por lo tanto, los que sufren según la voluntad de Dios, confíen a Él la custodia de sus almas haciendo el bien como lo hace un Creador fiel». - 1 Pedro 4:19,

La voluntad de Dios se ve a lo largo de las Escrituras, y nos da consuelo al saber que cualquier dificultad o alegría que surja en la vida es parte de Su diseño perfecto para cada uno de nosotros individualmente. Por lo tanto, podemos confiar en que Él sabe lo que es mejor para nosotros, independientemente de si las cosas no salen según nuestros planes o expectativas; si es parte de Su plan, ¡entonces debe hacerse!

4. Cómo discernir la voluntad de Dios

La mejor manera de comenzar a discernir la voluntad de Dios es orar por dones espirituales como la sabiduría, el conocimiento y la comprensión. Pedir Su guía nos permite ser más sensibles en nuestra relación con Él. También debemos buscar el consejo sabio de mentores o asesores de confianza que tengan un buen historial de la audiencia y que hayan seguido Su voluntad.

Dios también revela Su voluntad a través de los llamamientos e inspiraciones divinas que pone en nuestros corazones. Estas suelen estar marcadas por un fuerte sentido de convicción o urgencia que no podemos ignorar. Por eso, cuando percibamos estos impulsos divinos, debemos considerarlos y considerar cómo se aplican a nuestras vidas.

Nunca debemos tener miedo de hacer preguntas o buscar respuestas para entender mejor el plan de Dios para nosotros. Quiere que confiemos en Él lo suficiente como para seguir su ejemplo, incluso si eso significa correr riesgos o ir en contra de lo que la sociedad considera correcto o incorrecto. En última instancia, debemos confiar en Sus promesas y confiar en Él al buscar las respuestas para llevar a cabo Su voluntad.

5. Orando por la dirección

La Biblia nos enseña que «sin fe es imposible agradar a Dios» (Hebreos 11:6). Es crucial que, al orar para recibir orientación, confiemos en que Dios sabe lo que está haciendo en nuestras vidas y que ya tiene un plan establecido para nosotros. Es importante recordar que, si bien es posible que no entendamos hacia dónde nos lleva, Dios nunca nos llevará por mal camino.

Al orar para recibir orientación, comience por reconocer quién es Dios: el gobernante todopoderoso y soberano de todas las cosas. Luego, preséntate ante Él con humildad y agradecimiento por todas las bendiciones que te ha otorgado hasta ahora. Por último, pídele que te dé sabiduría y comprensión en cualquier situación en la que te encuentres, buscando Su guía.

Finalmente, entrégate por completo a Sus manos y pídele que guíe tus pasos por el camino que Él te ha trazado. A medida que continúes haciendo esta oración todos los días, ten la tranquilidad de saber que Él escucha tus gritos y promete dirigir tus caminos de acuerdo con Sus buenos planes (Jeremías 29:11).

6. Escuchando al Espíritu Santo

Es esencial reconocer que escuchar al Espíritu Santo es una cuestión de obediencia y discernimiento. Podemos escuchar la voz de Jesucristo a través de Su Palabra y Su Espíritu, pero debemos estar dispuestos a obedecer lo que Él ha dicho y confiar en Él. Para aprender a escuchar mejor al Espíritu Santo, considera estos cinco pasos:

  1. Da un paso adelante con fe. El primer paso para escuchar y obedecer al Espíritu Santo es manifestarse con fe. Cuando nos comprometemos plenamente a seguir la voluntad de Dios, tenemos la confianza y el coraje para seguir adelante en obediencia.
  2. Ora para que te guíen. Tener una vida de oración sólida es una parte esencial de cualquier relación con Dios, por lo que debemos hablar y escucharlo con frecuencia mientras buscamos Su voluntad para nuestras vidas. Pídele que te guíe por el camino que Él ha elegido para ti y que te dé una dirección clara sobre lo que Él quiere que hagas a continuación.
  3. Lea las Escrituras todos los días. Leer las Escrituras nos ayuda a concentrarnos en la Palabra de Dios, lo que a menudo puede resultar difícil cuando la vida es ajetreada o nos distrae. Mientras leemos, oremos para que Dios abra nuestros ojos y oídos a Sus instrucciones para que podamos entender Su voluntad con mayor claridad en nuestras vidas.
  4. Escucha atentamente las indicaciones del espíritu santo a lo largo del día, aunque parezcan pequeñas o insignificantes a primera vista, ¡porque podrían ser señales que te indiquen el plan de Dios para tu vida!
  5. Sé paciente contigo mismo a medida que comiences a escucharlo y entenderlo mejor; ¡lleva tiempo!

Dios nos llama a todos a escuchar con atención su voz dentro de nosotros; sin embargo, esto puede ser un desafío cuando otros agentes que nos rodean compiten por nuestra atención o hablan más fuerte que su pequeña y apacible voz dentro de nosotros. Cuando esto suceda, recordemos que, en última instancia, depende de cada uno de nosotros si elegimos seguirlo o no a pesar de los obstáculos que se nos presenten; confiar en Él nos da fuerza y coraje a medida que nos esforzamos por avanzar obedientemente, sabiendo que Él tiene un plan fantástico que nos espera si tan solo nos tomamos el tiempo de escuchar.

7. Examinando hábitos y deseos

Al tratar de conocer la voluntad de Dios, es esencial examinar nuestros hábitos y deseos. Debemos ser honestos al evaluar lo que nos motiva, los pensamientos que ocupan nuestra mente y las actividades que ocupan nuestro tiempo. Este proceso puede ser complejo y requerir autodisciplina y una evaluación precisa de nuestra posición. Sin embargo, si analizamos detenidamente nuestros hábitos y deseos, podemos empezar a hacer cambios que nos acerquen más a la voluntad de Dios.

Debemos evaluar si nuestras acciones y pensamientos están alineados con los mandamientos de Dios o si nos llevan por un camino de destrucción. ¿Estamos realizando actividades que glorifican a Dios o estamos realizando actividades que solo nos sirven a nosotros mismos? ¿Nuestros deseos reflejan los del mundo o los de Dios? ¿Las cosas que ocupan la mayor parte de nuestro tiempo glorifican a Dios o nos distraen de Él?

Al examinar nuestros hábitos y deseos, es esencial considerar cómo las experiencias pasadas los han moldeado. ¿Hay algún patrón en tu vida que se haya vuelto tan rutinario que ya no lo reconoces como incorrecto? Por supuesto, todos tenemos puntos ciegos, pero identificarlos es fundamental para comprender todo el alcance de quiénes somos y por qué hacemos ciertas cosas.

Una vez que hayamos analizado nuestras vidas en profundidad, debemos hacer los cambios que sean necesarios. Podemos cultivar nuevos hábitos y deseos que nos acerquen a Su voluntad mediante la oración, la meditación en la palabra de Dios, el ayuno y otras prácticas espirituales. Con esta base establecida, el descubrimiento de Su voluntad toma forma a través de pequeños momentos diarios.

8. Reconocer las consecuencias

La voluntad de Dios es una parte integral de nuestra vida diaria. Por lo tanto, debemos esforzarnos por reconocer las consecuencias de nuestras decisiones de mantenernos en el camino del cumplimiento de Su voluntad. Para ello, debemos reconocer los resultados que resultan de una decisión o acción y evaluar su impacto. Cuando podemos anticipar los resultados y discernir los efectos, podemos entender mejor la voluntad de Dios para nosotros.

Debemos recordar que cada elección tiene una consecuencia y preguntarnos si esta elección nos acercará más a seguir el plan de Dios. Hacerlo nos permite ver cómo nuestras decisiones afectan nuestras vidas y las de quienes nos rodean. Pero, lo que es aún más importante, aclara qué opciones se alinean con la voluntad de Dios para nosotros.

La vida implica tomar decisiones difíciles todos los días. Por lo tanto, debemos confiar en la oración y en las Escrituras cuando dudemos del plan de Dios. A través de la oración, podemos recibir la confirmación de que Él nos está guiando en la dirección correcta, incluso cuando la situación parezca incierta o confusa. Además, Dios usa con frecuencia las Escrituras para mostrarnos su plan para nuestras vidas; ayudan a llamar la atención sobre ciertos aspectos de una decisión que pueden haber pasado desapercibidos antes de leerla.

Se necesita coraje y sabiduría para tomar decisiones acertadas al reconocer las consecuencias y comprender sus implicaciones en tiempos como estos. La Biblia ofrece muchos ejemplos de cómo las personas obedecieron la voluntad de Dios, incluso cuando era compleja o contradictoria; al aplicar estas historias a nuestras vidas, podemos obtener información sobre la mejor manera de seguir Su plan divino. Debemos confiar en Él en todas las cosas y tener la seguridad de que Él siempre tiene un resultado perfecto para nosotros, incluso si no siempre es evidente a primera vista.

9. Utilización de dones espirituales

Una forma de utilizar los dones espirituales y asegurarnos de seguir la voluntad de Dios es buscar el consejo sabio de quienes tienen experiencia en vivir de acuerdo con Su voluntad. Por lo tanto, es esencial buscar el consejo de quienes tienen una relación sólida con Dios, ya que pueden darnos una idea de lo que Él desea para nosotros. Además, al buscar consejos sabios, podemos evitar cometer errores o tomar medidas equivocadas en contra de Su voluntad.

Otra forma de entender la voluntad de Dios es mediante el discernimiento del Espíritu Santo. El Espíritu Santo obra de maneras misteriosas y habla a través de sentimientos, pensamientos e intenciones plantados en lo profundo de nosotros. Necesitamos escuchar con atención y paciencia para identificar correctamente cuándo Él nos habla y nos guía hacia un llamado divino en particular. Cuando esto suceda, debemos obedecer y seguirlo fielmente para no perdernos sus bendiciones ni sus planes para nuestras vidas.

Al entender la voluntad de Dios para nuestras vidas, es esencial utilizar los dones espirituales y buscar la sabiduría divina. Podemos discernir lo que Dios desea para nosotros de manera más eficiente y precisa al escuchar con atención, obedecer fielmente y tener la mente abierta a recibir consejos sabios. Al hacer esto de manera constante a lo largo del tiempo, ¡podemos comenzar a vivir una vida llena de propósitos de acuerdo con Su plan!

10. Probando los llamamientos divinos

El llamado divino es una misión sagrada que debemos llevar a cabo para servir al bien común. Poner a prueba los llamamientos puede ayudarnos a entender cuándo Dios nos ha llamado para que sepamos que estamos en el camino correcto.

El primer paso para poner a prueba los llamamientos divinos consiste en meditar con oración. Cuando apartamos tiempo y espacio para estar quietos y orar, abrimos nuestro corazón y nuestra mente para escuchar lo que Dios quiere de nosotros. Podemos preguntarle: «¿Qué quieres que haga?» y luego escuchar en silencio Su respuesta. Puede mostrarnos señales o hablarnos por medio del Espíritu Santo, guiándonos sobre la mejor manera de cumplir Su voluntad.

Además, las Escrituras proporcionan información valiosa sobre cómo Dios trabaja y se comunica con sus seguidores. La lectura de la Biblia nos permite aprender sobre la voluntad de Dios y cómo Él habla a través de los llamamientos. Al leer cada pasaje o historia, debemos preguntarnos si esto podría acercarnos más a entender Su voluntad para nuestras vidas. Supongamos que algo resuena en nuestros corazones o mentes. En ese caso, podemos buscarlo reflexionando y conversando con líderes espirituales o mentores que caminen con Jesucristo durante más tiempo que nosotros.

También es importante recordar que nuestro sentido del discernimiento desempeña un papel vital en el reconocimiento de los llamamientos divinos. Por lo tanto, debemos confiar en que si algo está bien en nuestro espíritu, es probable que forme parte del plan que Él tiene para nosotros, incluso si no se ajusta a lo que los demás esperan de nosotros, incluso si no podemos explicar por qué lo sentimos dentro de nuestras almas.

Conclusión

En conclusión, puede ser difícil entender la voluntad de Dios para nuestras vidas. Pero cuando dedicamos tiempo a buscar Su rostro en oración y leer Su palabra, Él dará a conocer Su voluntad. También debemos recordar que Dios es un Padre amoroso que quiere que tengamos éxito y seamos felices. Él nunca nos llevará por mal camino. Por eso, cuando me siento confundido o inseguro acerca del camino que debo tomar, recuerdo Proverbios 3:5-6, que dice: «Confía en el Señor con todo tu corazón y no te apoyes en tu inteligencia; reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus sendas». Así que, sin importar lo que nos depare la vida, siempre podemos confiar en que Dios tiene buenos planes para nosotros si lo buscamos y seguimos a donde Él nos lleve.

Por último, te animo a que no te des por vencido al discernir la voluntad de Dios para ti y tu vida. Mientras permanezcas humilde ante Él y busques sinceramente Su voz, ¡Él se asegurará de que sepas exactamente lo que quiere para ti!

Frequently asked questions

¿Cómo me aseguro de no solo escuchar mis deseos cuando busco la voluntad de Dios?

Cuando se trata de buscar la voluntad de Dios, debemos tener cuidado de no confundir nuestros deseos con la voz de Dios. En cambio, debemos discernir y buscar orientación para asegurarnos de seguir la voluntad de Dios, no solo nuestros deseos egoístas.

Usar el discernimiento al buscar la voluntad de Dios requiere que prestemos atención a las cosas que nos rodean y están dentro de nosotros, como nuestros pensamientos, emociones e impulsos espirituales. Esto nos ayuda a identificar cualquier deseo carnal que se presente como la voluntad de Dios. También debemos dedicar tiempo a comunicarnos con Dios, escuchar Su dirección en la oración y leer Su Palabra. Pedir comprensión es fundamental para determinar la diferencia entre lo que queremos y lo que Él quiere para nosotros.

A veces puede ser difícil saber si lo que estás escuchando proviene realmente de Dios o simplemente proviene de tus deseos. Sin embargo, si tomas algunas medidas prácticas, como examinar tus motivos y consultar consejos sabios, puedes asegurarte de hacer todo lo posible por seguir Su voluntad y no la tuya propia. También podemos aprender de las historias de la Biblia, como el sacrificio de Isaac por parte de Abraham, que muestran cómo incluso las solicitudes aparentemente escandalosas pueden acercarnos más a cumplir los planes de Dios para nuestra vida cristiana.

La Biblia nos dice que si nos humillamos ante Él y le encomendamos nuestros caminos, Él dirigirá nuestros caminos (Proverbios 3:5-6). Por lo tanto, al tomar decisiones sobre opciones de vida o situaciones difíciles, debemos buscar sabiduría antes de tomar medidas para que cualquier resultado que surja refleje el plan perfecto que Él tiene para nosotros.

¿Cómo puedo estar seguro de que estoy escuchando a las personas adecuadas para pedirme consejos?

El primer paso para discernir la voluntad de Dios es buscar consejos sabios de fuentes confiables. Encontrar a alguien con conocimiento y perspicacia sobre el tema puede ser invaluable, ya sea un mentor espiritual o un amigo piadoso. Esta persona debe poder brindar consejos sabios y ayudar a guiar los procesos de toma de decisiones que se alineen con las Escrituras.

También es importante orar por la confirmación al tomar decisiones. Cuando pedimos la confirmación de Dios a través de la oración, lo invitamos al proceso de discernimiento. Orar para recibir la confirmación nos ayuda a determinar qué es lo que realmente se alinea con Su voluntad y no solo con nuestros deseos.

No importa cuánto consejo busque o confirmación por la que ore, todo se reduce a confiar en el momento oportuno de Dios y a ser obediente a Su Palabra. Recuerda que Él ve el panorama general incluso cuando no lo tenemos claro, así que ten fe en que Él te guiará por el camino de la rectitud pase lo que pase.

¿Dios siempre responde a mis plegarias para que me guíe?

Al orar para pedir orientación, primero debemos entender que es posible que Dios no responda a nuestra oración como esperamos o queremos que lo haga. En cambio, a menudo nos guía de maneras que requieren que confiemos en Él y tengamos fe en Sus planes. También debemos recordar que Él tiene un propósito para nuestras vidas, y cuando estamos dispuestos a aceptar Su dirección, incluso si difiere de nuestros deseos, podemos seguir Su voluntad y experimentar las bendiciones que ella conlleva.

La Biblia nos dice que Dios quiere que lo busquemos y le pidamos su dirección. Podemos hacerlo mediante la oración, la lectura de las Escrituras, la asistencia a los servicios religiosos o el estudio de otros materiales espirituales. También es beneficioso pedir consejo a otras personas que conocen bien su fe. Sin embargo, es importante recordar que solo Dios sabe lo que es mejor para nosotros, por lo que es prudente tomar todos los consejos con reservas y, en última instancia, tomar decisiones basadas en lo que creemos que es correcto de acuerdo con las enseñanzas de las Escrituras.

Dios nos habla a cada uno de nosotros de manera diferente, pero algunas señales comunes indican cuándo nos está guiando por un camino en particular. Estos incluyen sentimientos de paz y seguridad, una sensación de claridad sobre lo que hay que hacer y sabiduría y discernimiento a la hora de tomar decisiones relacionadas con nuestras vidas. Cuando aparecen estas señales, con frecuencia indican que Dios ha respondido a nuestra oración y nos está guiando hacia Su voluntad.

A veces puede ser difícil determinar el plan de Dios para nuestras vidas, pero si lo buscamos a través de la oración y escuchamos atentamente su voz, podemos obtener una idea de hacia dónde quiere que vayamos a continuación. Entonces, con fe y paciencia, podemos seguir adelante con confianza, sabiendo que cualquier cosa que Él haya planeado nos brinda más alegría que cualquier otra cosa.

¿Cómo lo manejo cuando siento que no entiendo la voluntad de Dios para mi vida?

Todos tenemos momentos en los que no entendemos la voluntad de Dios para nuestras vidas. Podemos confiar en Dios y buscar en las Escrituras para entender mejor sus planes para nosotros. Pero, ¿cómo manejamos esta incertidumbre?

Mediante la meditación orante, podemos pedirle a Dios que revele Su voluntad y luego escuchar Su respuesta. Estas son algunas maneras de hacerlo:

  • Oración: Ora para que Dios te dé a conocer su voluntad, con la confianza de que responderá en su momento perfecto.
  • Búsqueda de las Escrituras: Lea la Biblia con un corazón abierto y pídale a Dios que le muestre lo que quiere de usted.
  • Hablar con consejeros sabios: Hable con asesores cristianos de confianza que puedan ayudarlo a guiar su pensamiento mientras explora formas de conocer la voluntad de Dios para su vida.

No es fácil discernir el plan del Señor para nosotros, pero es posible. Cuando acudamos a Él con un corazón abierto, una mente ansiosa y un espíritu humilde, Él revelará lo que tiene reservado para nosotros. Por lo tanto, si te sientes perdido e inseguro, tómate un momento y derrama tu corazón ante el Señor en oración. Entonces quédate quieto y espera a que Él hable; ¡Él nunca te dejará ni te abandonará!

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