Antecedentes de la Biblia protestante
La Biblia protestante, utilizada por las iglesias protestantes, se diferencia de la Biblia católica en que excluye siete libros conocidos como Deuterocanónicos o apócrifos. Estos libros son Tobit, Judit, Sabiduría de Salomón, Eclesiástico (Eclesiástico), Baruc y 1 y 2 de los Macabeos.
Los orígenes de la Biblia protestante se remontan al siglo XVI, durante la época de la Reforma Protestante. Los reformadores, encabezados por Martín Lutero, intentaron volver a los textos originales de la Biblia y rechazaron ciertos libros que no se encontraban en el canon hebreo de las Escrituras.
Martín Lutero, una figura clave de la Reforma, creía que estos siete libros tenían menos precisión histórica y valor teológico que el resto de las Escrituras. Argumentó que no estaban incluidos en el canon judío y, por lo tanto, no estaban inspirados por la divinidad. La decisión de Lutero de eliminar estos libros del Antiguo Testamento se basó en su preocupación por mantener la pureza del canon bíblico.
Si bien la Iglesia Católica mantiene la inclusión de estos libros en su Biblia, las iglesias protestantes siguen utilizando el canon que establecieron Martín Lutero y otros reformadores. La eliminación de estos libros sigue siendo una de las características distintivas entre las Biblias protestante y católica.
Descripción general de los libros deuterocanónicos
Los libros deuterocanónicos, también conocidos como «apócrifos», son una colección de siete libros que se encuentran en algunas versiones de la Biblia cristiana, pero no en la Biblia hebrea. Estos libros son Tobit, Judit, Sabiduría de Salomón, Eclesiástico (Eclesiástico), Baruc y 1 y 2 de los Macabeos.
«deuterocanónico» significa «segundo canon», lo que indica que estos libros no formaban parte del canon hebreo original de las Escrituras. A diferencia de los libros protocanónicos, aceptados universalmente por judíos y cristianos como Escrituras inspiradas, los libros deuterocanónicos fueron objeto de controversia y su aceptación varió entre las diferentes tradiciones cristianas.
Los libros deuterocanónicos se escribieron principalmente en griego y se incluyeron en la Septuaginta, una traducción griega de las Escrituras hebreas. La Septuaginta se usó ampliamente en la iglesia cristiana primitiva y, a menudo, era la versión del Antiguo Testamento que citaban los autores del Nuevo Testamento. La inclusión de los libros deuterocanónicos en la Septuaginta influyó en su aceptación por parte de la iglesia cristiana primitiva.
El Concilio de Roma del 382 d.C. proporcionó por primera vez una lista oficial de las escrituras canónicas, incluidos los libros deuterocanónicos. Más tarde, en el siglo XVI, durante la Reforma Protestante, estos libros fueron retirados de la Biblia protestante basándose en el canon judío y en el argumento de que no estaban incluidos en las Escrituras hebreas originales.
Contexto histórico
Durante la Reforma Protestante del siglo XVI, hubo un movimiento para volver a las raíces de la iglesia cristiana primitiva y reformar ciertas prácticas de la Iglesia Católica Romana. Como parte de esta reforma, los líderes protestantes cuestionaron y reevaluaron varios aspectos de la doctrina y las prácticas religiosas, incluido el canon de las Escrituras. Intentaron identificar qué libros deberían considerarse inspirados por la divinidad y con autoridad.
Al hacerlo, consideraron el canon judío de las Escrituras Hebreas como base para determinar qué libros deberían incluirse en la Biblia. Este contexto histórico de la Reforma Protestante desempeñó un papel importante en la eliminación de los libros deuterocanónicos. Los protestantes se propusieron alinearse más estrechamente con la tradición judía y excluir los libros que no estuvieran incluidos en el canon hebreo.
Traducción griega de las Escrituras Hebreas (Septuaginta)
La Septuaginta es una traducción griega de las Escrituras hebreas, también conocidas como el Antiguo Testamento. Tiene un gran significado en la Biblia protestante por varias razones.
En primer lugar, la Septuaginta se usó ampliamente durante la época de Jesús y los Apóstoles. Muchas de las citas y referencias hechas en el Nuevo Testamento provienen directamente de la versión de la Septuaginta. Esto da fe de su importancia e influencia dentro de la comunidad cristiana primitiva.
En segundo lugar, hay una suposición dentro de la iglesia de que la Septuaginta es inspirada. Si bien no se declaró oficialmente como tal, el hecho de que los líderes de la iglesia primitiva aceptaran la Septuaginta como Escritura y que Jesús y los Apóstoles se refirieran a ella aumenta su credibilidad como inspirada por Dios.
En tercer lugar, el desarrollo del método científico de la paleografía ha permitido a los estudiosos comparar los manuscritos antiguos de la Septuaginta con los textos hebreos originales. Esto ha permitido comprender mejor la precisión de la traducción griega, lo que ha reafirmado aún más su valor dentro de los estudios bíblicos.
El canon judío discutido por los padres de la Iglesia en el siglo IV
En el siglo IV, hubo una discusión entre los Padres de la Iglesia sobre el canon judío: qué libros deberían incluirse como escritura sagrada. Estos líderes de la Iglesia debatieron sobre la inclusión y la exclusión de ciertos libros, y ofrecieron diferentes puntos de vista.
Algunos Padres de la Iglesia, como Atanasio y Cirilo de Jerusalén, apoyaron la inclusión de los libros deuterocanónicos, también conocidos como apócrifos. Argumentaron que estos libros eran utilizados tradicionalmente por la comunidad judía y que se leían en las primeras iglesias cristianas.
Sin embargo, otros Padres de la Iglesia, como Jerónimo y Rufino, expresaron reservas sobre la inclusión de estos libros. Creían que debía seguirse el canon judío, establecido por el Concilio de Jamnia en el siglo primero. Según ellos, los judíos no consideraban los libros deuterocanónicos como parte de su canon y, por lo tanto, no deberían incluirse en la Biblia cristiana.
Estos diferentes puntos de vista entre los Padres de la Iglesia dieron lugar a desacuerdos y variaciones en la decisión final sobre el canon bíblico. En última instancia, la Iglesia Católica confirmó la inclusión de los libros deuterocanónicos en el canon durante el Concilio de Cartago en 397. Sin embargo, la Reforma Protestante del siglo XVI rechazó más tarde estos libros, alineándose con el canon judío.
Período de la Reforma y siglo XVI
Durante la Reforma del siglo XVI, se hicieron cambios significativos en la Biblia protestante, lo que llevó a la eliminación de libros del canon. Este período estuvo marcado por intensos debates y diferencias teológicas entre la Iglesia Católica y los reformadores como Martín Lutero.
Uno de los debates clave durante este tiempo se centró en el canon del Antiguo Testamento. Los reformadores protestantes, influenciados por el canon judío, rechazaron la inclusión de ciertos libros que la Iglesia Católica consideraba parte de los libros deuterocanónicos o apócrifos. Los reformadores argumentaron que estos libros carecían de suficiente precisión histórica y no se consideraban de inspiración divina. Creían en una adhesión estricta a las Escrituras hebreas, que consideraban la única fuente autorizada.
En respuesta al movimiento de la Reforma, la Iglesia Católica convocó el Concilio de Trento a mediados del siglo XVI. Este concilio abordó formalmente el canon de las Escrituras y afirmó la inclusión de los libros deuterocanónicos, reafirmando su importancia y estatus como parte del canon bíblico.
La eliminación de estos libros de la Biblia protestante durante la Reforma reflejó las diferencias teológicas y el deseo de los reformadores de alinearse más estrechamente con el canon judío. Esta decisión tuvo un impacto duradero en la Biblia protestante, lo que resultó en una diferencia en el número y el contenido de los libros en comparación con la Biblia católica.
¿Qué libros sacan los protestantes de la Biblia?
Durante la Reforma Protestante del siglo XVI, ciertos libros conocidos como deuterocanónicos o apócrifos se omitieron de la Biblia protestante. Estos libros incluyen Tobit, Judit, La sabiduría de Salomón, Eclesiástico (Eclesiástico), Baruc, el Primer y el Segundo Macabeos y adiciones a los libros de Ester y Daniel.
La exclusión de estos libros se puede atribuir al contexto histórico y a razones específicas durante la Reforma Protestante. Influenciados por el canon judío, los reformadores protestantes trataron de alinearse más estrechamente con las Escrituras hebreas, que no incluían los libros deuterocanónicos. Cuestionaron la inspiración divina y la precisión histórica de estos libros adicionales y creyeron en una adhesión más estricta al Antiguo Testamento tal como lo reconoció originalmente la comunidad judía.
Los reformadores protestantes pretendían volver a las fuentes verdaderas y fidedignas de las Sagradas Escrituras. Denunciaron que los libros deuterocanónicos no formaban parte del canon original y, por lo tanto, no eran vinculantes para las enseñanzas cristianas. Esta decisión durante la Reforma Protestante influyó en la formación de la Biblia protestante, que consiste en los libros reconocidos por el canon hebreo.
¿Por qué los protestantes eliminaron los apócrifos?
Durante la Reforma Protestante del siglo XVI, los protestantes eliminaron los apócrifos de la Biblia. Los apócrifos son una colección de libros que se consideran deuterocanónicos, lo que significa que no se encuentran en el canon judío, pero la Iglesia Católica los acepta como parte del Antiguo Testamento.
Sin embargo, los protestantes optaron por adherirse estrictamente a las escrituras hebreas y cuestionaron la inspiración divina y la precisión histórica de los apócrifos. Creían en una selección más limitada de libros que se ajustaran al canon judío original. Como resultado, los apócrifos se eliminaron de las Biblias protestantes, y el canon protestante pasó a ser diferente del canon católico.
Consecuencias de eliminar 7 libros de la Biblia
Eliminar siete libros, conocidos como libros deuterocanónicos, de la Biblia protestante ha tenido consecuencias importantes. Estos libros, incluidos en los cánones católico y ortodoxo, están compuestos por Tobías, Judit, la Sabiduría, el Eclesiástico, el Eclesiástico, Baruc y el Primer y el Segundo Macabeos. Su exclusión de la Biblia protestante ha dado lugar a diferencias en el canon bíblico entre las tradiciones protestantes y católicas. La eliminación también ha tenido un impacto en la comprensión teológica, las discusiones y los debates dentro del cristianismo. Además, la ausencia de estos libros ha limitado la disponibilidad de ciertas narraciones, oraciones y enseñanzas que formaron parte de la fe cristiana durante siglos. Comprender las consecuencias de esta eliminación es crucial para comprender las divergencias e interpretaciones dentro de las diferentes denominaciones cristianas.
Pérdida de información valiosa sobre la vida y las prácticas judías durante la época intertestamentaria
Durante la reforma del siglo XVI, los líderes protestantes decidieron eliminar de la Biblia varios libros conocidos como libros deuterocanónicos. Entre estos libros, también conocidos por los protestantes como libros apócrifos, figuran Tobit, Judit, Sabiduría, Eclesiástico, Baruc, el Primer y el Segundo Macabeos y partes adicionales de los libros de Ester y Daniel.
La exclusión de estos libros de la Biblia protestante provocó la pérdida de información valiosa sobre la vida y las prácticas judías durante los tiempos intertestamentarios. Estos libros proporcionaron información sobre el contexto histórico, cultural y religioso del pueblo judío entre el Antiguo y el Nuevo Testamento.
Por ejemplo, el libro de Tobías ofrece una visión de la importancia de honrar a los padres, el papel de los ángeles en la vida diaria y el valor de los actos de caridad. El libro de la Sabiduría explora los conceptos de la sabiduría divina y la inmortalidad del alma. Sirach proporciona instrucciones prácticas sobre varios aspectos de la vida, como la amistad, el matrimonio y la paternidad.
Al eliminar estos libros del canon bíblico, los protestantes pierden una comprensión integral de los acontecimientos históricos, las creencias religiosas y las prácticas culturales del pueblo judío durante este período crucial. La exclusión de los libros deuterocanónicos limita la capacidad del lector de comprender plenamente el rico tapiz de la vida y las prácticas judías durante los tiempos intertestamentarios.
Afección a la fe y las creencias cristianas
La eliminación de los siete libros deuterocanónicos de la Biblia ha tenido un impacto significativo en la fe y las creencias cristianas. Estos libros, ampliamente aceptados como escritura sagrada en la iglesia cristiana primitiva, contenían enseñanzas y puntos de vista valiosos que ayudaron a moldear las creencias y prácticas de los primeros creyentes.
La exclusión de estos libros de la Biblia protestante ha provocado la pérdida de importantes enseñanzas teológicas y del contexto histórico. Por ejemplo, el libro de la Sabiduría proporcionó información sobre la sabiduría divina y la inmortalidad del alma, lo que influyó en la comprensión cristiana de estos temas. El libro de Tobías enfatizaba la importancia de los actos caritativos y el papel de los ángeles en la vida diaria, y ofrecía una comprensión más profunda de estos aspectos de la fe.
Además, la eliminación de estos libros ha afectado el canon de las Escrituras. El canon protestante consta de 66 libros, mientras que el canon católico incluye siete libros adicionales, conocidos como libros deuterocanónicos. Esta diferencia en el canon ha provocado variaciones en las enseñanzas y prácticas teológicas entre protestantes y católicos.